House, poco amigo de coloquios sobre medicina - que encuentra muy aburridos -, es informado por Wilson de un congreso de farmacología y sanidad pública. Evidentemente, el médico más conocido y borde de la televisión se niega a ir de entrada, al considerar su asistencia al evento como una pérdida de tiempo. Sin embargo, su mejor único y mejor amigo, su inseparable Wilson - jefe de oncolgía del Princeton-Plainsboro - le recuerda que había dado su palabra para acompañarle. House, viéndose entre la espada y la pared recurre a todo tipo de artimañanas para evitar asistir a esa conferencia, pues había hecho otros planes: campeonato estatal de peleas de almohadas, cervezas a 1 dollar, camisetas mojadas...Ya en el hospital y a escasas horas de partir para dicho coloquio, House recibe una adolescente de 16 años aquejada de dolores en las articulaciones e inflamación en las extremidades. House no quiere perder más tiempo pues le aguarda su particular paraíso, y no es capaz de evaluar siquiera su paciente, afirmando una y otra vez que tiene "Rabdo". Chase y Foreman observan que la joven no presentan ni obstrucciones ni trombos, descartando así la propuesta de diagnóstico inicial del doctor House. Mientras, el irreductible House, le pide a Cuddy unos días de fiesta pidiéndole a su vez el dar de alta a la recién ingresada; sin embargo, al enterarse que ella también irá al coloquio, se replantea el dejar de ir a ese congreso, esperando en ese fin de semana recuperar la relación pasada entre ambos.
Wilson, conocedor de las intenciones de House, se encuentra velando los últimos minutos de vida de un paciente suyo, al que tienen drogado a base de morfina para "silenciar" sus dolores. Sin tiempo que perder en el caso, House prepara su equipaje para acompañar a Cuddy y Wilson en el viaje y el coloquio, en el que Wilson iba a presentar una ponencia sobre la eutanasia.
Cuddy se lleva con ella a su hijo, sin embargo, necesita de un canguro que se haga cargo de la criatura mientras ella presenta su exposición. Es una ocasión perfecta para que House tenga un acercamiento a ella, más allá del fracasado baile de graduación de los 80 con que empieza el congreso médico. Sin embargo, se encuentra con que Cuddy, ha elegido a Lucas, detective privado que el propio House le presentó como pareja, al verle más como padre que no a su compañero de trabajo, del que, en el fondo y sin saberlo, está enamorado. Herido y decepcionado, quizás vencido, House se encomienda a lo único que le queda hacer: drogar a Wilson para que no exponga su tesis, que podría acabar con su carrera como médico.
Mientras, en el hospital, la joven paciente no deja de mentir, empeorando su estado de salud con otros síntomas, ante el nerviosismo de sus padres, dos reputados y ricos arquitectos. Por estos motivos, el equipo decide contactar con House, que propone entonces una enfermedad relacionada con la ingesta de ostras en mal estado. Finalmente, la paciente se repone, House salva la carrera de Wilson dando por él la charla - y éste le perdona su triquiñuela - pero pierde a Cuddy... Mientras, las dudas de Cameron hacia su pareja Chase aumentan, surgiendo fantasmas de infidelidad por parte de él.
Alex
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